Déjame marcar el ritmo
descubrir el placer de tu mirada
marcando yo las pausas...
suplicándome tú el ritmo
Déjame hacer los movimientos,
poder notarte adentro,
percibir tu calor hirviente
combinarse con el mío.
Déjame tenerte así,
con los ojos semicerrados,
admirándome en silencio,
unidos en cuerpo y alma.
Déjame suspirar mientras te miro
que mis muslos te aprisionen,
que tu cuerpo se estremezca,
que te mire con deseo.
Empiezo el 2011 con una referencia a un artista escultórico muy particular... Se trata de Dominique Regnier, un virtuoso del manejo de la madera, piedra, mármol o cualquier otro material, capaz de convertirlo en un arte de lo más sensual, sofisticado y único: Erotismo esculpido. Toda su obra muestra esa sensibilidad y sensualidad del artista, pero sobre todo por su enorme grado de perfección en las curvas y len as partes más íntimas femeninas que domina con toda la genialidad.
La obra de Dominique Regnier