domingo, 25 de marzo de 2007

Por Marcos & Lydia

3.LA PLAYA

Tras mi última investigación, en donde casi caigo en la tentación de ser la victima de mis propios jueos , se me ocurrió hacer algo mas controlado, en un lugar público en donde poder estar más segura de mi misma y que la situación no se me fuera de las manos.

Este nuevo estudio me serviría para realizar una fantasía que tengo hace mucho tiempo y que también ha servido como inspiración en mis multiples masturbaciones. En ella, esta involucrado mi cuñado Alberto, el novio de mi hermana, él es moreno, alto y muy guapo, yo sé que le atraigo mucho y él siempre me dice cosas muy bonitas, pero al mismo tiempo me respeta porque soy su cuñada. Es curioso, los dos nos gustamos y nos deseamos muchísimo y sin embargo no hacemos mas que observarnos y quedarnos con las ganas guardando la distancia.

Una tarde de verano, invité a mi hermana y mi cuñado a ir a la playa, me aseguré antes de que mi hermana tuviera la tarde ocupada para poder hacer mi investigación tranquila. Mi cuñado aceptó rapidamente, ya que a él le encanta verme en bikini, porque yo en la playa soy muy perversa, hago cosas de lo más sensuales para llamar la atención de los hombres y producirles erecciones, me resulta muy divertido y excitante: procuro hacer que mis movimientos sean de lo más sexy, abrir mis piernas ligeramente mientras tomo el sol, atusarme el cabello y andar seductoramente, alguna que otra sonrisa maliciosa mientros me embadurno con el bronceador, y algunos otros trucos que hacen tener a muchos hombres más que calientes, luego me los imagino masturbándose pensando en mi y me caliento mucho, mojando mis braguitas y luego resulta que soy yo la que se masturba pensando en ellos. Mi cuñado, como los demás hombres también me mira y me he dado cuenta en varias ocasiones que tiene tremendas erecciones por mi culpa. Eso me gusta, porque me lo imagino masturbándose pensando en mi. Mi hermana me contó que tiene una tremenda polla y que folla como los dioses, nunca le he visto desnudo y siempre lo he deseado y saber que su miembro es grande y que proporciona un gran placer a mi propia hermana es algo que hace que lo desee más aun.....

Habíamos quedado que él me pasaba a buscar por casa, asi que tenía que prepararme para la investigación, tenía que aprovechar, ya que si bien mi cuñado era un gran admirador de mi cuerpo, era muy probable que no se atreviera a tocarme por miedo a que fuese un mal entendido o por miedo a que se enterara mi hermana, ya que a pesar de tenernos mutua confianza, nos respetábamos mucho.

Me puse un bikini amarillo, extremadamente pequeño, la braga deja al descubierto mis posaderas y por delante apenas cubre mi sexo, y en la parte superior tiene la forma de triangulos que cubren muy poco mis senos, dejando a la vista gran parte de ellos. Sobre el bikini, me puse unos shorts diminutos que mostraban el comienzo de mi culo, y arriba, un top ajustado que marcaba bien mis senos, estaba segura que con esa vestimenta impactaría a mi cuñado.

A la hora exacta paso a buscarme, al verme se quedo con la boca abierta no pudo contenerse y me dijo:

-Hoy si que va a hacer calor en la playa, los muchachos al verte arderán !!!!!

Yo no me iba a quedar callada y le respondí :

-Tu sabes como me gusta calentar a los hombres....incluído a ti...

Se puso colorado, no sabía que decirme y así lo deje un poco sorprendido y otro poco empalmado porque vi que su entrepierna se notaba que algo se estaba despertando.....

Nos subimos al auto y no hablamos de nada íbamos escuchando música y yo por supuesto me iba tocando delicadamente mis partes haciendo como que acomodaba el bikini, él no me quitaba mirada de encima y su polla ya estaba bastante despierta...... Al llegar a las playas ví que mi cuñado se dirigía a una que estaba bastante alejada, yo no le dije nada y me deje llevar a cualquier playa. Mi sorpresa fue cuando vi que pegada a la playa a la que íbamos había una playa nudista, yo me quedé helada, lo primero que pense era que él me quería llevar a esa playa nudista, pero luego vi que no era así y me quede más tranquila, aunque la sola idea de ir con mi cuñado a una playa nudista me ponía cachonda.

Entramos a la playa y mi sorpresa fue grande, la playa nudista estaba a solo unos pasos de nosotros y nos dividía un cartel y una valla de madera que por cierto no tapaba mucho. Nos sentamos bajo una sombrilla y nos acomodamos. Yo tenía bastante curiosidad por saber que había al otro lado de aquella valla de madera y disimuladamente miraba, pero mi cuñado se percató de mi curiosidad y me dijo:

-Te animas a dar una vuelta por aquella playa ? - señalándome hacia donde yo miraba.....

En principio me negué haciéndome un poco la desentendida como si no me importase y al mismo tiempo pensaba lo bien que podría salir mi plan para la investigación.

- ¿Que pasa?, ¿te da vergüenza?- me preguntó.

Yo no me iba a hacer la tímida, si no a donde iba a quedar mi imagen de mujer fatal....y le dije:

-Vamos, quizás veamos algo divertido. jajaja

Nos levantamos y nos dirigimos hacia allí, cruzamos la valla y nadie nos dijo nada, así que dimos una vuelta para observar, vimos de todo, mujeres totalmente desnudas, hombres con pollas enormes que las mostraban sin ningún pudor, a mi me estaba poniendo a tono, mis ojos no dejaban de mirar y mirar, hasta que mi cuñado dijo:

-Nos sentemos acá, parece un buen lugar...

Aproveché para hacer un show a mi cuñadito quitándome sensualmente mi top y más sensualmente mi pequeño short sacando mi culo y viendo como el tanga de mi bikini se metía por la rajita de mi culo.

La atención no solo me la prestó mi cuñado sino muchos hombres de aquella playa que a pesar de estar todos desnudos, mis movimientos parecieron gustarles a todos.

Después de unos minutos en donde hice de todo para que mi cuñado no desviara la vista de mí, y lo había logrado, note que su polla había tomado un tamaño que me llamaba la atención verla, empecé a darme cuenta que mi hermana no debía mentir en cuanto al tamaño de su miembro. Así que aprovenchando la situación en la que nos encontrábamos, decidí seguir con un plan que no podría fallarme. Le dije a mi cuñado que tenia que ir a buscar una cosa al coche y que me esperara allí, pero en el camino, me crucé con tres chicos guapísimos y muy bien dotados , por cierto. Entonces me armé de valor y les pedí que me hicieran un favor, ellos me escucharon amablemente, mientras observaban mi figura de arriba a abajo:

-Estoy en la playa con un amigo que es muy tímido, y quiero que el se cure de esa enfermedad, así que necesitaría que me echarais una mano.

- y...¿como? - me preguntó uno de ellos.

- Pues podeis hacer que sois vigilantes de esta playa y que es obligado quitarse toda la ropa, ¿podríais hacerme ese favor?, asi mi amigo podrá soltarse un poco...

Se miraron entre los tres y uno de ellos me dijo:

-Bueno, OK, pero nosotros ¿que ganamos.....?

-Bueno- les dije yo -¿que quereis?

-¿Que tal si tu también te quitas toda la ropa....?

- Me parece justo......

-Bien, pero no tan rápido, nosotros te ayudaremos... ¿ok?

Lo pensé unos momentos y sin saber muy bien en donde me estaba metiendo y loca de placer que me imaginaba follada por aquellos tres hombres y por ver la polla de mi deseado cuñado que... no me importó...

- De acuerdo. - contesté.

Tal cual como lo habíamos planeado, unos minutos después que yo llegara a donde estaba mi cuñado, se presentaron diciendo que eran vigilantes y que las reglas de la playa eran no usar ropa de ningún tipo y que deberíamos desnudarnos. Mi cuñado se sintió muy apurado, se quedó sin aliento y me miró, parecía dispuesto a marcharse cuando le dije:

- Esta bien, nos quitaremos la ropa...

Y empecé quitándome la parte superior del bikini cuando los tres chicos se acercaron rapidamente y me ayudaron a soltarme el cordoncito de mi sostén, bueno más que ayudarme, entre los tres me sobaron bien las tetas y me acariciaron por donde tuvieron gana, dejaron a la vista de todo el mundo mis grandes senos, que todos admiraron, los muchachos estaban nerviosos y mi cuñado más aún con sus ojos mas abiertos que nunca, después los chicos fueron ayudándome a quitarme la braguita de mi bikini y lentamente y rozándo mis muslos aprovechando también para rozar mi culo y mi sexo sin ningún pudor, notaba como aquellas manos juguetonas me daban un gusto tremendo y disfrutaban mientras me despelotaban por completo, fueron bajando a lo largo de mis piernas el tanga de mi bikini hasta dejarme totalmente desnuda frente a mi cuñado y frente a ellos. Les dí las gracias y les despedí educadamente hasta que desaparecieron, no sin antes lanzar sus manos a mi pecho y mi coñito a modo de llevarse un buen recuerdo...

Mi cuñado no podía moverse, se había quedado paralizado. Le sonreí y le dije:

-Vámos, ahora te toca a ti, desnúdate...

Era lo que más deseaba en ese momento y mi sorpresa fue muy grande cuando al ponerse de pie y bajarse el bañador apareció ante mi esa tremenda polla totalmente dura, mi hermana no se había quedado corta al decirme todas las cualidades de la polla de mi cuñado era hermosa, grande y tentadora, yo no sabia como iba a hacer pero tenia que tener esa polla entre mis manos o no me lo perdonaría jamas. Una vez desnudos los dos, nos mirábamos como dos adolescentes en su primera vez. Yo no hacía más que mirar aquella preciosidad de miembro que tenía mi cuñado y que imaginaba llenando por completo mi chochito mojado....

Le tomé de la mano y como dos niños fuimos corriendo hasta la orilla de aquella playa y allí nadamos un rato disfrutando del contacto directo de nuestros cuerpos desnudos con el mar.

Volvimos a las toallas y nos secamos. Mi cuñado no dejaba de mirarme y yo también a él y entretanto su enorme miembro había tomado de nuevo unas dismensiones increíbles, así nos quedamos los dos observando nuestros cuerpos desnudos cuando le dije:

- ¿Me pasarías bronceador para que no me dañe el sol...?

- Si, no hay problema. contesto él.

Empezó a frotarme la espalda suavemente, mientras yo me sujetaba el pelo con mis manos, él aprovechaba para extender la crema por toda mi espalda hasta tocar mis senos en los costados, lo hacia a propósito para poder sobarme a placer y yo le dejaba hacer pues me daba un gusto supremo, de reojo le miraba la polla que estaba dura como un tronco y podía notar como latía debido a la sangre que circulaba por ella, estaba morada, tentadora, era la manzana del pecado que además notaba como él se acercaba a mi para golpearla contra mi culo una y otra vez. El hecho de sentir que aquella polla me rozaba en mis nalgas y que toda mi colita estaba esperando ser atravesada me estaba encendiendo cada vez más y más.

De repente dejó de aplicarme el bronceador por la espalda, me agarró por los hombros y me giró hasta colocarme frente a él, sus ojos ardían de deseo más que nunca y los míos no debían ser menos, volvió a llenar su mano con el bronceador y esta vez comenzó a aplicarlo por mis brazos suavemente, luego mis manos donde la crema se metía entre nuestros dedos en un juego muy sensual, sin apenas darme cuenta tenía sus dos enormes manos sobando mis tetas sin ningún pudor, el hecho de que fueramos cuñados paracía haberle dejado de importar.

Dirigí una vez más mi mirada hacia su polla y la veía que daba espasmos y soltaba un hilillo que caía lentamente, señal inequívoca de una enorme excitación. Sus caricias bajaron por mi cintura esculpiendo mis curvas, para bajar por mis muslos y volver a subir y acariciar mi sexo rozando mi clítoris con sus embadurnados dedos al tiempo que me decía:

- Dios, Dioos, cuñadita.... que buenísima estas....

Volvió a girarme para dejarme de espaldas a él y siguió sus masajes con el bronceador por mis glúteos y la parte interna de mis muslos. No me dio tiempo a responder cuando ya tenia su mano entre mis nalgas buscando nuevamente mi agujerito que estaba para entonces bastante húmedo, metió un dedo y su polla volvió a pegarse contra mis posaderas, a continuación retiró su dedo de mi coñito y lo llevó hasta mi agujero posterior metiéndolo con fuerza, algo que me hizo tambalear y soltar un prolongado gemido, despues de la facilidad con la que entró el dedo debido a la lubricación del bronceador, yo dejé que jugara en él a su antojo, mientras lo miraba a la cara mordiéndome los labios de placer, poco a poco metió otro dedo y luego fueron tres y cuando entro el cuarto, me desplome envuelta en un orgasmo tremendo, caí de rodillas en la arena regocijándome de como me había hecho gozar. Despues de recuperarme unos segundos no tarde mucho en decirle que ahora era su turno.

Comencé por aplicarle el bronceador en el pecho, fui bajando por sus brazos y su cintura y poco a poco me acerqué hasta llegar a su polla, empecé a frotarla con bronceador y a tocarla de arriba hacia abajo, lo hacía lentamente y le sonreía al tiempo que le miraba a los ojos. Sin apenas pasar un minuto se corrió en mi mano, la leche caliente que derramó cayó toda sobre su polla y mi mano y se confundía con el bronceador, él inmediatamente se paro y se dirigió hacia el mar para lavarse, yo me dirigí hacia los vestuarios.

Cuando regresamos al coche despues de vestirnos, no dijimos nada,ni una sola palabra y desde entonces no hemos vuelto a hacer nada, pero aquella vez nos divertimos de lo lindo... y yo estoy soñando con que se vueva a repetir.



Marcos (mcalvagni@yahoo.com) & Lydia (lawebdelydia@gmail.com)

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